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Mostrando las entradas de febrero, 2023

Sinfonía del Tiempo

  Yo pensaba: si caminara a mi lado a través del tiempo, tan solo vería fragmentos de lo que soy. Pero aún así, me animé a hacerlo. Mis neuronas recorrieron viejos caminos, el sentir olvidado y la brisa fresca volvieron a nacer en mi. Como si aún existiera aquel que fui, dentro de los senderos de la mente. La calle vacía o llena de gente me tiene a mí, o a quien una vez fui. Los trenes a la nada que terminan su camino donde yo bajo y no existen más allá. La sombra de aquel árbol, que desaparece, como las nubes en el cielo, pintado de beige, en el atardecer del sueño. La paz. La sinfonía de la gente. El despertar.

La Calle del Viento

  Mueve las telas invisibles en el cielo, Dejándote vivir más allá de los sueños. Llegaste a la esquina, ya estás despierto. Al mirar atrás ves que dejaste el sendero. Ya no hay más calles donde sopla el viento, Tan solo en el horizonte un paisaje sereno.

En lo mas profundo del alma

  A dónde van tus ojos, sino a lo más profundo del alma. Donde está tu verdadero ser, sin las máscaras en la piel. Sin las palabras. Allá bien lejos en el tiempo, niño que escribe su futuro observando el viento. ¿Dónde dejaste tus sueños para mirarlos mañana? ¿Dónde los espejos se quiebran a cada paso que das? ¿Dónde la luz tenue te ve y deja ver? Es a donde te llevan tus ojos. Es el patrón interior de cada quien. Donde juegan las luces con el viento entre los árboles del limón, en una ciudad a cielo abierto. Es hoy y ayer al mismo tiempo. Sin paredes que separen los momentos. Está vivo todo a la vez aquí. ¿Pero por qué razón? Porque el alma no deja de ser un sueño donde descansar del día que dura toda una vida.

El Color de las Aguas

  En el gran espejo del alma, El color de las aguas. Son aguas de lluvia, De río y de mar. Llevadas por la luna, El viento y la sal. Son iguales, Porque son agua. Son desiguales, Por la sal. Ya las has visto A todas antes. Ya has estado En el mar. El río es mas Tranquilo. La lluvia Viene y va. El espejo refleja Tu agua actual, De donde venias Y a donde vas.

La Ciudad de Anita

  La ciudad vacía sólo te tiene a ti, recorriendo las infinitas calles del mundo abierto. Asoman los edificios dorados con el sol y el viento que hace sonar algunas hojas, sobre aquel bello suelo. Aquel árbol, ayer en llamas, hoy brilla de renovado verdor. Las aves prestan su canto que surca los cielos, pintado de nubes tenues y paradisíaco azul. Así es tu ciudad, Anita.

Bello Jardin

  Los caminos abiertos me llevan allí. Al bello jardín donde brotan las flores. Caminito de piedra gris que me contiene. Arbustos con miles de soles y ventanales que dejan pasar la luz. Escalones, vasija de piedra con flores y cielos abiertos para disfrutar.

Caos en los Cielos

  ¿Por qué el deja vu fluye dentro de mí mente engañandome siempre, que ya he visto esta imagen antes? La razón no es un laberinto, no es un día lluvioso en las estructuras internas del caos en los cielos. Es sólo un recordatorio de que tan hermosa es la vida, tan diversa y hermosa.

Desde el Aire

  Siento en el aire Tu fugaz mirada, Que asoma desde lo lejos A mi calle plateada. Desde infinitas horas Que vuelan con los sueños, Hasta caminos eternos Entre espejos de terciopelo. Suena la campana,  Rompiendo el silencio. Llamándome una vez más  A vivir mis sueños.

Serena

  Serena tu dulce voz,  Junto al acorde. Resuena tu guitarra, La música vibra alegre. Tu alma danza al cantar,  Junto a las aves. Y despierta los sentidos,  Más reales.

Compas

  La figura de aquel antiguo edificio, hace sombras en la pared vecina. Las formas danzan al compas de la luz y brotan de los ladrillos, cobrando vida propia. Salen a caminar las casas y los faroles, mientras que el sol brille en el día. Al llegar la noche se convierten en el aire del lugar, junto con la neblina.

El alma del dragón

  A dónde quedaron tus alas Dragon de la neblina azul. Tus alas de fuego Que batían el aire. En un diamante Se encerraron, A contemplar el río, Que fluye por él. A sentir las gotas de rocío, A distinguir la luz. A sentir sin el caos rondando. Solo el caos fluyendo. Cual es tu siguiente paso, Pequeño dragón de la neblina gris. Desde la vista escarlata, Espero llegues aquí.

En el mundo de las ciudades infinitas

  Si querías avanzar, ya es tarde. Las ciudades son infinitas. Mientras que se expande el territorio se crean copias de ti mismo, en entornos similares. Las ciudades quedan cada vez mas lejos de lo que estaban antes. Una cuadra es el doble de lo que fue ayer. Y seguirá expandiéndose en circulos. Una piedra es igual a otra, una playa, una isla. Se van copiando sin fin a tu alrededor. No importa donde estés hoy. Estarás mañana en otro lugar, similar. Ya te he visto antes, ya me he visto antes y me veré otra vez. En el sinfín del dibujo, en cada pagina de cualquier libro, en cada hoja del otoño, en cada error de la humanidad.

Más rápido que la luz

  Las ideas son mas rápidas que la luz, viajan por el sinfín de patrones hasta verte aquí. Leyendo o escribiendo esto. Cada fractal que veo me aburre, siempre todo danzando al compas de la lógica. Los colores, las formas e ideas son siempre las mismas, no importa donde estés. Nada cambió desde el origen y la semilla del universo sigue produciendo los mismos resultados. Todos lo ven, lo dicen los poetas, lo callan los demás.

Más lento que la luz

  Mueren los árboles en el sinfín. Despiertan sus sombras en cada rugir de los truenos. Adelante no hay nada más. Solo el olvido. Juegan las luces ya en otro paralelo y reflejan las mismas cosas que ya vimos. El aburrimiento es el mismo que en el espejo más rápido que la luz. Sólo que más lento. Destiñen los trapos su viejo color y arrugan sus tímidas horas. Sin comprender. Sin señal mi máquina de escribir es un lamento olvidado. Igual que cada vez que mi alma fue rumbo al cielo a cantar en el paraíso con ángeles de viento. Cayendo a la tierra y fundiéndose en el infinito.

Desierto

  Juegan con mi alma como si les perteneciera. Así decía la serpiente en el desierto gris. El sol quemaba fuerte e incineraba las ideas. Quemando todo rastro de humanidad. Los bucles seguían consumiendo a la humanidad. No había un solo silencio en esta máquina. No se escucha con el ruido. No te oigo ni me escucho a mi mismo. Sólo la sinfonía del caos asoma fugaz por los cristales del alma.

Caos

  No hay ni siquiera un pelo fuera de lugar. Todo está en su justo lugar. Las manchas en la pared, el ruido en el ambiente, las plantas, los autos y las personas. Todos danzando al viento. Explique alguien si hay algo que no vi. Lo dudo. Caen las cosas al suelo en el momento exacto. Pasan los aviones por encima de mi. No hay nada más y no hay forma de salir.

Reconstitución

  Andando por los mares de la inmensidad, aquel barco amarillo se rompía, se fracturaba y astillaba. Sin tripulación andaba solo, por el caos que algunos llaman vida. En aquella máquina que no para, en aquel destino cierto que es la destrucción, ya que nunca se detuvo a pensar. A cambiar las olas o el rumbo. Pero eso no fue todo. Van 10 días de frío intenso. Se congelan las tablas de madera ya humedecida por el andar. El invierno llegó o llegue al polo sur. Donde tormentas intensas intentaban destruirme. El barco sin tripulación se sentía vivo. Temiendo lo peor. Sintiendo. El sentir es más fuerte que la razón. ¿Cómo un barco de madera amarillo puede sentir? "Me niego a creerlo. Soy un barco y no puedo sentir." Entonces el barco se dio cuenta que pensaba. Sentir y pensar para un barco lo volvió en su contra. Tomo rumbo hacia la playa más cercana ya que podía controlarse a sí mismo. Pero al hacerlo una ola grande le jugo una mala pasada y lo estrelló contra la playa partiéndose

Convertido en poesía

  Naranja jugosa del árbol Flor de primavera Tallos y hojas Dulzor en el aire Abejas de miel Rocío del sol. Susurro del viento Relojes de arena Heridas del alma Canción. ¿Dónde están tus colores, Imagen de la ciudad gris? ¿Pasó por el mundo, Y no dejó ni un solo color? Espejos del alma Rotos de sol. Abrigo de las sombras Y máquinas. Naranja jugosa de cartón Flor digital Fractal sin color.

Más o menos como el sol

  Rondando por el sol, me di cuenta que me estaba quemando de a poco, mi traje espacial no serviría por mucho más tiempo. Así que entré al sol. Despejado de toda duda, miré mas cerca de mí. Se rompieron todos los patrones de mi alma. Se rompieron los espejos del tiempo, las luces y las sombras. Se rompieron los enlaces a la nada, la gravedad y el caos. Miré para adelante y no veía nada, miré para atrás y tampoco vi nada. Miré la luz del sol y tampoco vi nada. Era uno con el sol.

El Árbol

  El Universo es un Árbol Cada paso que damos Nos lleva a una rama Cada rama del árbol es una persona Cada persona tiene un par de ojos Los ojos permiten ver todo el árbol Se puede ver la historia del árbol Desde el inicio hasta su fin

Horizontes

  Aves de paso Por el acantilado Sobrevuelan el vacío Sin miedo a caer en él. Como un agujero negro Que consume todas las ideas. Como una estrella moribunda Que se llevará a todos los planetas. Lo sobrevuela temblando, Ahuecando el pecho Con la mirada nublada Y el pico entreabierto. Aves de paso Por el acantilado Llegando por el cielo abierto A horizontes jamás pensados.

Se quiebra

  Luna de nácar Río de niebla Horizonte azul Y plateado se quiebra. Montes oscuros Rígidos como piedra Cielo estrellado También se quiebra. Soles turbios En aceites hirviendo Desierto de arena Sin agua se quiebra. Agua de mar, Agua de río, Agua de pozo, Agua de grifo. Llenando las almas, En canales y canaletas, Por caudales de lluvia Que también se quiebran.

Canicas

  Por la alfombra gris Ruedan las canicas Hasta caer al agua Donde salpican. Paredes azules Suelo rojizo Techo verde agua Y pileta de natación. Todo eso en el interior De una vieja casa Donde ya no vive nadie Tan solo las canicas danzantes.

Río azul

  Agua azul en el río de la desesperación, donde las aves no quieren beber de su agua. Donde los peces aprenden a volar con tal de no estar más en el. Donde los remos se hunden con los brazos de los atletas que no soportan mas la fría sensación del sudor en sus frentes. Termina en el mar, donde la inmensidad es tal que uno se olvida de aquella desesperación y el alivio y a la vez temor de aquel espacio nuevo, cambian todo.

Perla del Mar

  Vestida de lluvia Me alejo del mar Se desvanecen mis huellas Al andar En un remolino De viento y arena Me acerco al cielo Dejando mi pena Lloran las gaviotas Y las nubes del cielo Estoy regresando Vestida de fuego Es de día y ha salido el sol He vuelto a despertar En mi hogar eterno El fondo del mar Escrita por Graciela y Leandro

Perritos Danzando

  Perritos bailando En el parque De la ciudad Sus colitas Danzando Se mueven Sin parar Están contentos Jugando Al aire libre Saltando Hacia sus dueños Con toda felicidad Al atardecer Es hora de irse De vuelta a casita Para cenar Soñando con el parque Volver a visitar

Luciernagas

  Las luciérnagas en el alma, brillaban como la luna en la noche. Aparecían los grillos, cantando sonatas. Las ranas dieron un paso al vacío, flotaron sobre la bruma. El cielo se tiñó de caramelo, el agua de lirios. ¿A dónde quedaron tus memorias? Tan solo veo un espacio vacío.

Gripe

  Como un volcán en erupción, las brasas inundan tu piel quemándote a fuego lento. El delirio invade tu mente que se sacude en mil pedazos, gritando poder salir. Ya no hay respiro que valga, ya no hay salida. La gripe te tiene bajo su control y quien sabe cuantas pastillas después harán algún mínimo efecto. Hasta aquel día esperado donde por fin poder descansar del reposo, ironía cruel del destino.

Muerte Repentina

  Entonces estaba muerto. Pero caminando hacia un par de pantalones rotos llenos de tierra que era lo único que podía ponerme. Pero de repente me vino a visitar una persona a consolarme. Yo estaba muy nervioso. Entonces en un gran televisor salían preguntas y yo debía responder. Muy bien, muy bien. Decía alguien delante del televisor donde aparecían mis respuestas. Preguntas de la vida en general. Pero mi mente viajaba por el tiempo vivido, recordando a mi hermano de viejo con la cara hinchada por una picadura de pulga. Recordé una de las tantas veces que fui al supermercado a comprar un reproductor de CD. Y estaba muerto de verdad y dije: mamá estoy muerto. Y vino mi madre a acariciar mis manos y a decirme: tu no puedes morir, la vida continúa de otra forma.  Entonces me vi envuelto en una historia nueva... Donde había un niño por nacer, pero el moría antes de salir a la vida. Yo corría con el cuerpo del niño que parecía un muñeco de algodón y lana hacia las enfermeras. Hasta que el c

Cuando me bajé del caballo, no podía ver...

  Era un dia como cualquier otro, soleado, con pocas nubes, pero suficientes para sentir el aire fresco. Los arboles a dos aguas aumentaban el ambiente humedo. Rodeado de flores y bellos jardines, andaba caminando como hoy y ayer. Sin embargo, había algo mas que hacer, entonces me subi a un colectivo, el primero que vino, sin mirar el destino. Allí si que hacía calor, entre la muchedumbre y el sinfin de ruidos. Cuando me baje del caballo, no podía ver. En realidad podia, pero veia otras cosas y no las cosas que en realidad estaban allí. Los colores estaban distorsionados, todo era muy intenso. Me caí al suelo, lleno de pasto, pero no podia sentirlo. Era como si hubiera asfalto debajo de mi, y no este pasto tan verde que yo veia. Escucho a una señora gritando "Alguien que lo ayude por favor". Pero no puedo verla. Mi caballo se fue galopando a maxima velocidad, haciendo el ruido de un colectivo. Pero yo recuerdo perfectamente que me subi a un caballo y no a un colectivo, que es

Asalto al Tiempo

  Te recuerdo desde dos puntos de vista. Desde mi yo joven y desde mi yo actual. Si tan solo las creaciones de la mente fueran más sencillas... Pero los sueños no son una excepción. Ni los viajes en el tiempo durmiendo. Aquel árbol que no se de donde era se veía enorme e infinito. Apenas podía tocarlo desde sus raíces. Sin embargo ahí también estaba yo sentado en una rama del mismo árbol mirándome a mi mismo en el suelo.  Cuando todos duermen yo estoy despierto. Despierto en mi alma con los ojos cerrados deambulando por las ramas de la eternidad. Cae la lluvia y la luz sobre el mar. Las aguas se agitan y la espuma grita, desvaneciéndose en nada. Estoy en un barco y a la vez soy un tiburón en el mar, que salió del mismo barco cuando era mitad humano. También en el cielo hay lugar. Cuando las nubes se duermen en el horizonte y el sol tibio oculta su gracia. En la montaña fría y nubosa como la mente cuando no tienen lugar la razón ni el delirio. Y a la vez el sol asomando del otro lado...